Tres triunfos en tres tertulias. Vamos por todo. ;-)
Sería temerario decir que lo ganó Ramón Díaz. Pero cómo negar que el Pelado dio una nueva muestra de cómo un técnico puede resultar decisivo para dar vuelta un partido
en el que su equipo se encaminaba hacia una derrota imposible de
discutir. Tras el gol de Tigre, mandó a la cancha a Iturbe y a Rojas. Y
cuando Albil era el gran candidato a ser la figura, lo sacó a Trezeguet,
el goleador adorado por los hinchas, y lo puso a Luna, un delantero que
recién anoche comenzó a ganarse la simpatía de la gente de River. El Chino
anotó los dos primeros goles, Iturbe hizo el tercero y el juego de
Rojas -el otro ingresado- colaboró para que River protagonizara esa
remontada agónica y cardíaca que lo volvió a poner en la punta junto a
Lanús.
Todavía incrédulo por el partido que se le escapó de las manos, Tigre estuvo a cinco minutos de dar la sorpresa.
Se va a pasar toda la semana lamentando ese mano a mano que Barovero le
ganó a Leandro Leguizamón apenas después de que Donatti pusiera el 1-0.
Fue como si esa chance dilapidada por Tigre le hubiese dado a River el
combustible necesario para creer que la victoria era posible. Un triunfo
que tomó forma recién en los últimos cinco minutos y que, además de las
dos apariciones goleadoras de Luna, tuvo a Mora como un partícipe necesario y decisivo.
Porque el uruguayo mandó el centro del primer gol y sacó el tiro que se le escurrió por debajo de Albil y que el Chino conectó a la red.
Iturbe convirtió el tercero luego de una corrida supersónica
como casi todos sus movimientos, pero su ingreso también tuvo mucho
que ver para que River inclinara la cancha. En ese sentido, River tuvo
un mérito grande: el de tirarle todo su peso ofensivo encima a un equipo
que lo había hecho sentir incómodo hasta los 15 minutos del segundo
tiempo. Si bien Gorosito realizó algunos cambios en relación con el
equipo que había jugado ante Boca y Libertad, tal vez Tigre sintió el
esfuerzo de haber jugado con un gran desgaste físico. Y River encontró
sobre el cierre la fórmula para quebrar a un equipo que le desnudó
serias fallas como estructura colectiva. Durante 60 minutos del partido,
Tigre aprovechó que Ramón Díaz mandó a Ponzio a realizar una presión
alta que no tuvo la compañía del resto.
River no se movió en bloque y entonces quedó como un equipo partido.
Como contrapartida, fue inteligente Gorosito al ponerle a Botta y a
Janson como doble mediapunta, ya que ellos y Leguizamón muchas veces
quedaron mano a mano con la línea de tres defensores de River.
Las
imprecisiones, y la sensación de que el River de Ramón se estaba
pareciendo mucho al que dirigía Almeyda, quedaron atrás con esa contundencia que lo vuelve un equipo temible.
River hizo pesar su localía como pocas veces en los últimos años, lo
que alimenta la sospecha de que el riojano modificó hasta el aire que se
respira por Núñez. Fueron dos minutos en los que Tigre vio la oscuridad
como nunca antes, dos minutos que cambiaron el resultado, el humor y
las perspectivas futuras de River.
El descuento postrero de Pérez
García solo sirvió para la estadística: no quedó tiempo para más. Es la
séptima vez que River gana sus tres primeros partidos en torneos
cortos. En las seis anteriores, en tres salió campeón y dos de ellas
fueron con Ramón Díaz. Quienes le dan mucho valor a las estadísticas
tienen otro motivo para pensar que este River estará en la pelea grande,
más allá de los claroscuros que entrega su nivel.
ENLACES/FUENTES:
http://www.clarin.com/deportes/futbol/River-cambio-historia-rafaga-imparable_0_872312847.html
http://www.ole.com.ar/river-plate/
http://www.taringa.net/posts/deportes/16429845/Fecha-N-3-River-3---Tigre-2-Fotos-y-Goles-HD.html
http://www.taringa.net/posts/deportes/16431121/River-3-tigre-2-Costa-febre.html
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