Antes de continuar con otros detalles de la película, me gustaría hacer
un pequeño paréntesis sobre el aviso y mensaje que esta película
ofrecía hace ya más de 50 años.
La cinta nos habla sobre el deseo de mirar y observar la vida de los demás, concepto inicial que el film no llega a denunciar totalmente. Sin embargo, el aspecto sobre el que Powell sí deja un aviso claro y patente, que además convierte en propósito fundamental del film, es la inquietud por apreciar y disfrutar el sufrimiento ajeno. Actualmente usamos la palabra morbo para definir en cierta medida este acto, pero lo que era un aviso y denuncia hace 50 años, tristemente en la actualidad se ha convertido en realidad. Tenemos ejemplos de diversos programas o realities televisivos, canales de vídeo que ofrecen la posibilidad de subir grabaciones al instante, realizadas de una forma rápida y discreta gracias a la cantidad de dispositivos móviles existentes. Pero donde de verdad sufrimos un terrible y degenerado caso de "Peeping Tom" es en la información televisiva actual. Centrándome en España a forma de denuncia personal, tenemos varios ejemplos, pero como principal el canal más visto de nuestro televisión; sus informativos son puro voyeurismo trash, mostrar la desgracia, el miedo y el sufrimiento de los demás es su tónica y línea general, algunos jefes de informativos y los jefes de estos que los consienten son terribles y voraces Peeping Tom, gente que vive para el robo del sufrimiento ajeno, la captación y grabación de la violencia como único propósito de satisfacer una alteración o desorden ético social, creado por la propia vorágine del declive informativo y televisivo.
Pero bueno olvidemos la basura y volvamos con el arte.
El Fotógrafo del Pánico es un prodigio técnico y visual, el color como
suele ser habitual en el cine de Powell está tratado con una
delicadeza especial, pero es quizás la composición de planos junto al
uso de la luz el mayor prodigio visual de la película.
El film nos propone como escena clave y momento cumbre, el enfrentamiento entre Mark Lewiss, nuestro asesino, y Mrs Stephens, la vecina ciega que reside en el apartamento de abajo, dos personajes psicológicamente inestables.
Uno, la vecina, invidente por una negligencia médica, otro, nuestro asesino, trastornado por una científica, ambos con comportamientos nacidos de una misma raíz, divergentes en su desarrollo y convergentes en su resultado. Una, apartada de la visión, el otro, obsesionado con la misma, y sendas vidas unidas por la obsesión, como demuestra la misma arma punzante que ambos portan en los objetos a los que se ven lastrados y asidos, el bastón de invidente en una caso y el trípode camera en el otro.
Este juego de resonancias y disonancias que ambos mantiene se nos muestra con una planificación prodigiosa por parte de Powell y Heller, filmado dentro de la sala de revelado y proyección, a oscuras en su mayoría y solo iluminada por rojos de bombillas de revelado e intensos fogonazos de luz proyectada. Convierten los negros, los blancos, las sombras y las luces, en definitiva, los contrastes apoyados en la profundida de campo, en un delirio visual. Consiguen crear una de las escenas claves de la historia del cine, cuyo resultado es una secuencia, inquietante, hiriente, impresionista y bucólica al mismo tiempo, un prodigio de la realización, del gusto y de la originalidad.
Una de sus mayores obsesiones son las películas que filmaba su padre, en las que él es el protagonista: películas de cuando era niño despertado súbitamente en mitad de la noche con linternas alumbrando directamente a sus ojos, con su padre soltando lagartos en la cama mientras él dormía, o filmado siendo aún muy pequeño junto al cadáver de su madre. Pocas semanas después, el padre vuelve a casarse y le regala su primera cámara, con la que el pequeño Mark filma la boda, su primera película. Sus traumáticas experiencias le han convertido en un monstruo sin piedad. Para él, todo lo referido al sexo, al dolor, al miedo y a la dirección cinematográfica esta necesariamente conectado al objetivo de su cámara, que le acompaña a todas partes y de la que no se desprende ni un segundo. Tal es su identificación que, cuando su amiga Helen (Anna Stephens) le besa, él responde rozando con sus labios la lente de la cámara.
Además del protagonista, uno de los personajes más interesantes y fascinantes es el de la madre de su amiga Helen (Maxine Audley). Una mujer ciega que intuye, cual pesadilla para Mark, todos sus secretos: “No me fio de un hombre que camina tan silenciosamente”, le dice a Helen; “Vengo a esta habitación todas las noches, los ciegos siempre conocen las habitaciones que están por encima de donde viven”… Mientras, Mark visiona una de sus depravadas cintas y se ve la silueta de la mujer ocupando gran parte de la pantalla al tiempo que dice “¿Qué estoy viendo, Mark?”
Pero, aún hay más: El padre de Mark está interpretado por el mismo Michael Powell, la casa en la que se ubican las escenas de la infancia de Mark es la misma en la que se crió el director y el personaje que interpreta a Mark de niño es el propio hijo de Powell (Columba Powell). Con este film, Powell fue más allá de lo soportable por las productoras británicas.
Fue estrenada unas semanas antes que Psicosis (que sí obtuvo el esperado éxito de crítica y público). Scorsese, gran admirador de Powell, declaró en una ocasión que Peeping Tom y 8 y 1/2 de Fellini contenían todo lo que se puede decir sobre dirigir cine. Hoy es una película de culto.
Se podría decir que “El fotógrafo del pánico” es el hijo retorcido y procaz de “La ventana indiscreta”. Ambos films son tratados sobre la escopofilia, disecciones del voyerismo llevado hasta sus últimas consecuencias. La diferencia es que en la película de Michael Powell, el mirón coincide con el asesino, lo que riza el rizo de la patología aplicada al drama criminal.
Al igual que Hitchcock, Powell resuelve in crescendo la demencia acumulada desde la primera escena, hasta concluir en un delirio sadomasoquista de brillante coherencia narrativa, un sacrificio en el que el verdugo se convierte en víctima para alcanzar la consumación sexual de los dos amantes imposibles. Y todo esto se muestra en la pantalla sin asomo de escabrosidad, rehuyendo la sangre y lo desagradable. Ahí reside la virtud de una película que esconde todo su impacto en el subconsciente del espectador, por eso la analogía del voyerismo con el hecho fílmico resulta apasionante y reveladora. “El fotógrafo del pánico” trata de un psicópata, pero es también una parábola sobre el cine, sobre la compulsión por captar imágenes para reinterpretar el mundo y las pasiones del que mira, del cineasta.
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Special Features:
- Eye Of The Beholder – A look at the life of Michael Powell and the film as a whole, including interviews with Martin Scorsese and Powell’s widow Thelma Schoonmaker. It’s an interesting piece and the fact that Scorsese and those who appeared in this recently presented a special screening of Peeping Tom in London, you can tell how behind the project they all are, even to this day.
- The Strange Gaze Of Mark Lewis – A French special feature that covers more of the same as the feature above but adds to the history of Powell as a filmmaker.
- Interview With Thelma Schoonmaker – The widow of Powell talks about her Oscar winning career in editing, her marriage to Powell and her work to preserve his films.
- Introduction By Martin Scorsese – Played automatically before the film, so here’s an opportunity to see it again.
- Restoration Comparison – Scenes play silently, split in half showing the grainy and faded original print that was used to restore the film. The restoration must have been painstaking but without explination of how it was done, was there really any point in this feature apart from a pat on the back? Psycho on Blu-ray went into the ins and outs of restoring the audio and the prints, creating a whole new audio mix etc. but here we just get silence and moving pictures.
- Stills Gallery – If you can’t guess… go get an education!
Al contrario de lo que dicen muchas críticas sobre esta película, no acabó con la carrera de Michael Powell, pero si con su prestigio y su posibilidad de seguir accediendo a dinero fresco para hacer películas de calidad, o al menos comerciales. Hizo 5 películas más, de las cuales la que vi y me gustó fue Age of Consent (1969) con Helen Mirren y James Mason.
- The Queen's Guards (1961)
- Herzog Blaubarts Burg (1963)
- They're a Weird Mob (1966)
- Age of Consent (1969)
- Return to the Edge of the World (1978)
ENLACES/FUENTES:
http://allyouneedismovies.tumblr.com/post/34423666548/peeping-tom-1960
Textos: http://babel36.wordpress.com/2008/08/13/peeping-tom-el-fotografo-del-panico-de-michael-powell/
Textos: http://memoriasdelcineclub.blogspot.com.ar/2012/06/el-fotografo-del-panico-peeping-tom.html
http://sedentarioprofesional.wordpress.com/2012/03/20/a-estas-alturas/
http://thepiratebay.se/search/peeping/0/3/207
http://www.blu-raydefinition.com/reviews/peeping-tom-1960-uk-release-blu-ray-review.html
http://www.chrisandphilpresent.co.uk/puppys-blu-ray-reviews-peeping-tom-and-the-a-team/
http://www.dvdbeaver.com/film/DVDReviews8/peepingtom.htm
http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/932140.html
http://www.listal.com/movie/peeping-tom-1960/pictures
Textos: http://www.return222.com/2011/09/critica-el-fotografo-del-panico-pepping.html
http://www.sssm.com.ar/arlequin/peeping-tom.html
http://klymkiwfilmcorner.blogspot.com.ar/2012/09/michael-powells-age-of-consent-with.html
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