Basada en una historia real, la película explora los brutales
asesinatos múltiples acaecidos en la parte alta de la Avenida Wonderland
en el Laurel Canyon de Los Ángeles durante el verano de 1981. En un
principio, el caso parecía tener relación únicamente con camellos y
gente de la noche, pero pronto evolucionaría hacia todo un clásico de la
crónica negra de L.A. cuando se descubrió la conexión del famoso rey
del porno John C. "Johnny Wad" Holmes. Para cuando arranca nuestra
historia, Holmes había caído ya desde su glorioso pedestal de la
estrella más grande de la industria del porno duro a un estado de ruina
financiera y toxicológica. Holmes adora a Dawn, su amante adolescente,
mientras sigue casado con su esposa Sharon, formando los tres un
triángulo amoroso de lo menos convencional. En medio de este descenso en
picado, Holmes traba amistad con los camellos locales Ron y Susan
Launius, junto con su socio David Lind, que operan desde una casa de
Wonderland famosa por sus fiestas. Pero Holmes está fuera de su elemento
en el arriesgado mundo del crimen y el narcotráfico y pronto estará
metido de lleno en angustiantes problemas. Desesperado por conseguir
dinero y droga, el grupo de Wonderland decide robar a otro traficante
amigo de John, el conocido y temido Eddie Nash. Poco después del palo,
ocurre la masacre de Wonderland. ¿Vendió Holmes a sus colegas para
salvar su pellejo de la ira de Nash? Todo depende de quién explique la
historia. (FILMAFFINITY)
John Holmes, dios del cine porno. El tipo
poseía un miembro enorme y eso lo lanzó
al estrellato en una época en que la pornografía
peleaba por ser legal, los filmes XXX tenían argumento,
la mafia controlaba el negocio y las actrices porno eran
las únicas divas con derecho a un sueldo mejor
que el resto (lean nuestro artículo especializado,
haciendo click
aquí). Pero Holmes era un tren fuera de control
y, para principios de los ochenta, su drogadicción
había menguado sensiblemente su masculinidad, cayendo
en una espiral autodestructiva - con lo cual el actor
se transformó en un símbolo de los tiempos
de decadencia que afectaron a la industria pornográfica,
y que culminaría por su fallecimiento a causa de
las complicaciones del SIDA en 1985 -. La vida de Holmes
ha sido reflejada en el cine - con algunas libertades
creativas - en el clásico de Paul Anderson Boogie
Nights. Wonderland se puede ver como una seudo
secuela de Boogie Nights, principalmente porque
amplía el clímax del filme de Anderson -
la famosa matanza de la avenida Wonderland ocurrida en
1981, y en donde Holmes estuvo involucrado - y deja traslucir
más detalles sobre el incidente. Pero aquí
no hay análisis ni alegorías sobre la industria
porno; el filme funciona más como el examen forense
de un hecho policial que ha permanecido sin resolución
clara hasta el día de hoy, que como otra cosa.
Este es un caso sórdido en el que estuvo involucrado
un actor de fama sórdida. En sí, Wonderland
se asemeja más a filmes como Zodiac,
en donde hay una reconstrucción de los hechos
y un par de teorías dando vueltas pero no hay
ninguna resolución definida. El problema con
Wonderland es que nosotros conocemos los hechos,
las víctimas y los responsables, pero desconocemos
el cómo. En Zodiac
deconocíamos el quién, y eso era
lo que mantenía en vilo la audiencia. Pero aquí
el cómo termina resultando algo redundante.
El filme transpira una sucesión de versiones
diferentes sobre el mismo incidente, algo así
como una versión marginal de Rashomon
en donde cada uno cuenta su punto de vista - y cada
testimonio está recargado de falsedades para
cubrir sus propias espaldas -. La versión
final se puede armar con fragmentos de uno u otro testimonio...
¿o es que habrá otra versión
que no hallamos escuchado?.
El punto es que después de la tercera versión
de los incidentes, uno empieza a menear la cabeza. ¿Cuál
es el objetivo?. Acá el tema sería que
a uno debería interesarle mínimamente la
suerte de John Holmes, ya que es el protagonista y la
diferencia de versiones de los distintos testigos marcaría
su grado de culpabilidad en los hechos - si fue un
estúpido soplón, un desquiciado ambicioso,
una víctima de sus propios vicios, o un amoral
despiadado -. El asunto es que, dejando de lado su
testimonio y el de los demás, el perfil de John
Holmes es absolutamente despreciable. A la platea no le
importa en absoluto la suerte de este tipo y, quizás,
Wonderland debería haberse enfocado más
en la vida de Holmes que en el incidente policial (poniendo
a la matanza como la frutilla del postre de una vida desquiciada
y autodestructiva). Si bien la película es muy
correcta y prolija, las mejores secuencias pasan por el
trasfondo personal de Holmes - especialmente cuando aparece
Lisa Kudrow como su esposa, la que tiene una bizarra relación
de tutora con la adolescente drogadicta amante de su marido
-. Esta sí que es una familia sui generis.
Aquí hubiera sido necesario un Abel Ferrara
al mando, que se regodeara menos con el estilo setentista
que el director James Cox le pone al relato, y pusiera
énfasis en el mundo marginal, explicando cómo
Holmes llegó a todo esto. Las perfomances son
buenas, el ritmo está ok, el tono del relato
está bien... pero Wonderland termina quedándose
a mitad de camino en el potencial que ofrecía
todas sus opciones. No es un apasionante relato forense
de un hecho policial, ni es el apasionante analisis
de un momento en la vida de un bizarro icono de la cultura
under. Acá hay un zoológico de
gente despiadada, y quizás el personaje de Lisa
Kudrow sea el único que aporta humanidad... aunque
una sola persona no pueda hacer la diferencia ni pueda
corregir la espiral autodestructiva de un circo de amorales.
Wonderland 2003 720p BluRay DTS x264 DON [PublicHD]
ENLACES/FUENTES:
http://www.cinefreaks.com.ar/web/nota.php?zna=&iSWE_ID_0=60&iSWE_ID_1=78&iENC_ID=539
http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/433101.html
Textos: http://www.sssm.com.ar/arlequin/wonderland.html
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